La izquierda española parece estar más cerca de ir a una terapia de pareja (un tanto poliamorosa, por cierto) que a unas elecciones generales. Hay un trauma no resuelto que es preciso abordar.
Existe el riesgo de que una terapia bienintencionada bajo las condiciones del capitalismo actual pueda contribuir a solidificar una subjetividad neoliberal
Si queremos cambiar algo tenemos que mancharnos de neoliberalismo, no refugiarnos en nuestros espacios seguros a no ser que hayamos dado la batalla por perdida.
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